Ya hace más de un año que Spyker se ha hecho con las riendas de Saab y su influencia empieza a calar entre los diseños que la marca prepara para el futuro. Los responsables de la marca han presentado en Ginebra este prototipo como una base de diseño real para sus próximos modelos. Las claves principales son mucha aerodinámica, combinación de motores eléctricos y térmicos y un diseño realmente espectacular.
Propulsión híbrida de 200 cv
Como decíamos, en Saab han apostado por combinar un motor térmico con otro eléctrico bajo el paraguas de lo que ellos llaman eXWD (Electric Cross Wheel Drive) . Los motores no trabajan al mismo tiempo, sino que uno se ocupa del eje delantero (el de gasolina, un 1.6 turbo de 200 cv ) y otro del tren trasero (el eléctrico, capaz de dar 34 cv más). Éste último es un motor alimentado por unas baterías de litio que, según la marca, no serán de mucha capacidad y sólo se regenerarán con la energía acumulada en las frenadas.
Las ventajas de este sistema son tres. Uno, se puede consumir menos combustible ya que el motor eléctrico puede aportar parte de la propulsión del vehículo haciendo que el motor térmico trabaje menos. Dos, se puede conseguir una aceleración más rápida desde parado al transferir par a las cuatro ruedas en caso de máxima demanda de aceleración. Tres, se puede salir con más seguridad y agarre en condiciones de nieve y hielo gracias a la tracción total ofrecida de forma puntual y hasta que duren las baterías. Estos tres modos de conducción se ofrecen al conductor en tres modos de circulación diferentes: Eco, Sport y Tracción.
Según las primeras mediciones de la marca, y utilizando una transmisión manual de seis velocidades, las cifras de consumo y emisiones de CO2 serían de tan sólo 5,0 l/100 km y 119 g / km, respectivamente.
Spyker toma las riendas
Para conseguir esta cifra no ha sido sólo necesario incorporar una transmisión híbrida, sino rebajar el peso al máximo y lograr una aerodinámica eficiente. En este sentido, Saab ha conseguido establecer un cx de 0,25 que se debe, entre otras cosas, a un considerable flujo de aire conducido a través de los apéndices laterales.
Siguiendo con la carrocería (donde son más que evidentes las influencias de un fabricante de vehículos de competición como Spyker) las dimensiones del PhoeniX serían de 4,44 metros de largo, 1, 87 de ancho y 1,33 de alto. A lo largo de toda su escultura, lo que más destacaría sin duda serían las puertas tipo “alas de gaviota”, las cuales han prescindido de los tiradores para no interrumpir el flujo de aire. Tampoco hay retrovisores, ya que dos pequeñas cámaras instaladas en el marco del parabrisas se encargan de proporcionar la visibilidad trasera.
Lo más interesante en cuanto a su interior futurista es que el PhoeniX cuenta con un sistema de comunicaciones basado en el sistema operativo de Google, Android, y a través de él se podrá acceder tanto a la navegación del vehículo como a la visualización de música o vídeos en streaming sin necesidad de descargar la información de Internet.